lunes, 2 de julio de 2007

iPHONE (pronunciado ai fon, de apel).

Qué manera de complicarse la vida con los nombres.
Parece mentira que un nuevo teléfono haya causado tanta sensación en el mundo, pero es que si alguien puede deconstruir y volver a inventar el márketing, esa es la gente de Apple.
Hablo de la salida al mercado americano del iPhone, un teléfono-televisión-video-agenda-ducha-vibrador-libro-otrasostias, al cual sólo le falta el botón del agua caliente-agua fría. La verdad, va a llegar un momento en el que al final, todo lo que llevaremos encima será un implante subcutáneo en la cabeza, mediante el que podremos realizar llamadas, ver información directamente en la retina, confirmar pagos, entrar a la discoteca (bueno, ésto ya existe).. no sé, algo tipo Johny Mnemonic. Aquella peli de un joven Keanu Reeves al que le implantan un disco duro en la cocorota y se dedica a trasladar información de un lugar a otro como si fuese un portátil.
La verdad, aunque el móvil que tengo tiene videollamada, prefiero no pensar lo que podría pasar si el precio de la transferencia de datos fuese irrisorio, porque seguro que a más de uno lo enganchan en el wáter. Bueno, menos mal que para el videoolor todavía queda mucho.... o no.
Bueno, aquí os dejo un reportaje de la CBS en el que se aprecian claramente las particularidades de tan novedoso aparato.

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